Tropiezos de un Emprendedor [Parte 2]

Tropiezos de un Emprendedor [Parte 2]

Hay muchísimos caminos para emprender, todos son distintos y las piezas van embonando de diferente manera. Es por ello, que te invito a que si estás emprendiendo algo no te desanimes si las cosas no están fluyendo en el orden que tú lo esperabas. Excepto si estás armando una pendejada de multinivel o de la flor de la abundancia, esas sí son estupideces y si estás en ello te invito a que cortes de tajo tu relación con ese negocio, cuentes hasta 10 y acudas a quien más confianza le tengas. Perdón, me exalté jaja. Por cierto, si no has leído la parte 1 aquí te dejo el enlace: Tropiezos de un Emprendedor Parte 1.


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Bueno, Continuando con la historia de aquel personaje; después de conseguir socios fundadores y anunciar la noticia a sus amigos y familiares el siguiente paso era hacerse de una alianza estratégica para poder crecer las operaciones del negocio.

En este momento el emprendedor ya había revisado el modelo de negocio de la empresa de la que fue despedido utilizando como base las recomendaciones que ofrezco en mi blog y que puedes conocer GRATIS en el siguiente enlace "El Business Plan es como Trix, solo para chavos.". Y es que claro que todos podemos emprender, pero tampoco hay que aventarse a lo puro menso; hay que pensar en algunas cosas fundamentales antes de tomar una decisión.

Aquí quiero aprovechar el espacio para compartirte una definición de emprendedor que leí hace un par de años. Emprendedor: Alguien que se avienta de un acantilado y construye un avión en plena caída. Sin duda, mi definición favorita. Y es que si nos vamos a aventar cual Juan Escutia (héroe nacional mexicano que se aventó desde el castillo de Chapultepec enrollado por la bandera de México ante la invasión de los estadounidenses para evitar que nuestro símbolo patrio fuese tomado por esos sucios changos robateros) cuando menos hay que contar con las piezas del avión antes de dar el salto; y una de esas piezas fundamentales son tus alianzas estratégicas.



Lección #6 Crea una Alianza Estratégica.

Este joven emprendedor entendió que por sí mismo no iba a ser capaz de obtener los resultados deseados. Pues si bien, tenía el know how de la administración del negocio; sabía que la parte operativa debería ser desarrollada por alguien con más experiencia que él en ese rubro. Así que decidió contactar a una empleada de la misma empresa de la que fue despedido para preguntarle si ella estaría interesada en dedicarse a lo mismo, pero con menos sueldo. ¿Y qué crees? Pues que aceptó (jajaja se mamó). Como sea, con ello viene una lección más.

Lección #7 Sé empático con las necesidades de tus empleados antes que con las de tus clientes.

¿Por qué digo que hay que serlo primero con los empleados? Verás, un cliente puede ser un muy buen cliente y comprar mucho, pero de él no depende el futuro entero de tu compañía como lo son tus empleados y si así lo es, ten cuidado. Cuando tus ingresos dependen en su mayoría de un solo cliente mi mejor consejo es que empieces a conseguir más clientes, porque el día que no te quiera comprar te verás envuelto en un sinfín de compromisos financieros y sin el ingreso que dicho cliente representaba. No digo que dejes de atenderlo y darle sus descuentos o promociones especiales, solo que debes empezar a minimizar el riesgo de que tus ingresos dependan de una sola persona física o moral.

Ahora, ¿Por qué si era un sueldo menor la mujer aceptó el empleo? Pareciera mentira, pero muchas empresas del hoy siguen teniendo reglas del ayer. Cuando el emprendedor trabajó en esa empresa tenía que ir de lunes a sábado a trabajar cuando sus funciones vitales dependían de un reporte que se emitía solo de lunes a viernes. ¿Por qué iba los sábados a trabajar? Sigue siendo un misterio (introduzca el soundtrack de los “Expedientes Secretos X” aquí).

Muy bien, la mujer aceptó primero porque su horario de trabajo se iba a acomodar a su estilo de vida y no su estilo de vida iba a depender del horario impuesto por una empresa. Es decir, el emprendedor la escuchó entendió que en casa hay prioridades y la jornada laboral la dictaminó la empleada, no la empresa. ¡Qué joya!, ¿No? Y en segundo lugar aceptó porque las posibilidades de crecimiento eran inmensas, pues al estar al inicio de las operaciones conforme fuese creciendo el proyecto lo harían sus ingresos y responsabilidades también.

Lección #8 Los puestos más importantes no siempre los tienen quienes saben más, sino quienes han demostrado su lealtad hacia la compañía.


Así es, todos hemos sido testigos de alguien que comenta (si no es que nosotros mismos lo hemos hecho) algo como esto...

-No sé por qué le dieron el puesto a ese wey si está bien pendejo, por mucho le sabe más al tema X o Y persona (o yo)-.

O llegas a una empresa y ves que la directiva está conformada por gente que sus estudios ni siquiera se especializan en la parte del negocio que dirigen. Eso es debido a que son personas que estuvieron en el negocio o con las personas que lo fundaron desde el inicio y han demostrado que si alguien velará por los intereses de la empresa son ellos con mucha más facilidad que un externo (OJO: ese es el deber ser, más adelante en la historia del emprendedor averiguarás si se cumple el estándar o no).

Ok, el emprendedor tenía ya a sus socios fundadores, a su primera empleada de confianza y un capital inicial compuesto de inversión privada. Es correcto, después de la prueba piloto que se hizo con $15,000.00 MXN decidieron aportar capital inicial (adicional) de $50,000.00 MXN ¿Quién los puso? ¿El emprendedor? ¡Claro que no! Lo acaban de despedir hace un par de meses ¿Recuerdas?, ¿De dónde quieres que saque ese dinero? Jaja La respuesta está en uno de los socios; el amigo.

Afortunadamente uno de los socios fundadores tenía un trabajo muy bien pagado y contaba con ahorros suficientes para aportar dicha cantidad, y poco después de iniciadas las operaciones ya más en forma; la demanda del producto creció. Así que asegúrate que cuando menos uno de tus socios tenga la capacidad económica de impulsar tu idea. Aquí me gustaría acotar que en el caso del emprendedor él no decidió invitar al negocio a ese amigo en particular por su dinero, sino porque profesionalmente era un caso de éxito y un ejemplo que seguir. Sin duda alguna, sería un mentor invaluable para la compañía y antes de elegir un socio por su capacidad económica, mi sugerencia es que lo elijas por su persona, conocimiento, carácter y lo mucho que pueda aportar. Para el emprendedor de este relato resultó que su socio sería siempre un crítico constructivo de su trabajo.

Lección #9 No tengas miedo de tener socios fundadores.

Si bien es respetable que tú pienses que prefieres hacer las cosas solo porque ya te defraudaron muchas veces no te preocupes, mi sugerencia es que tengas fe. Existimos muchas personas dispuestas a hacer las cosas bien y lo único que está faltando es que crucemos nuestros caminos para hacerla en grande.

Así fue como este emprendedor obtuvo los recursos para poder operar, y ¿Qué exactamente fue lo que sucedió? Bueno, que no llegó diciendo a los socios “nos vamos a hacer millonarios necesito $65,000.00 MXN de capital inicial” (que es lo que hacen muchas personas [puedes modificar la cantidad a tu gusto]). Nada de eso, el emprendedor expuso una idea de negocio, comprobó que tenía experiencia en la industria, expuso los riesgos que implicaba el negocio, propuso un plan de acción y la ejecución de una prueba piloto a reserva de la cual, de salir las cosas como se esperaban se hablaría más adelante sobre el futuro del proyecto.

Lección #10 Cuida tu nivel de endeudamiento.

Afortunadamente para el nuevo proyecto las cosas iban saliendo muy bien, a tal grado que la inversión tenía que incrementarse, pero no se tenían los recursos para hacerlo. Así que recurrieron al endeudamiento.

Pero ¿Cómo le hace un emprendedor de 23 años que no tiene un historial crediticio para conseguir un préstamo adecuado a las necesidades de su proyecto? La triste realidad es que no lo hace, no se puede. La banca tradicional no da préstamos a jóvenes de 23 años con un negocio que apenas empieza por dos sencillas razones; es muy joven y no tiene historial crediticio y no sabe si el proyecto vaya a funcionar o no.



Sin embargo, ¿Sabes quién sí podía pedir un préstamo adecuado a las necesidades del negocio y con la mano en la cintura? Agárrate de tu asiento jaja.

-Ya deja de estar haciéndote pendejo y ponte a buscar un trabajo de verdad- interrumpió su padre… ¿Te acuerdas? Pues bueno, ese mismo personaje quien hacía unos meses atrás le increpó con dichas palabras fue el primero en postularse para sacar un préstamo y otorgarlo para beneficio del negocio.

Es por ello que te digo: ten fe. No todos van a creer en tu proyecto ni en ti al principio, pero conforme vayan marchando las cosas y con hechos demuestres que eres un hacedor y no un hablador (que de estos sobran en el mundo) se irán sumando a tu barco muchas personas, incluso aquellas que en un principio dudaron de ti y tus capacidades.

Para sorpresa de este emprendedor su padre sacó un préstamo y eso ayudó a que las operaciones del negocio crecieran mucho más. Y eso sí, el emprendedor buscó que el endeudamiento no fuese mayor que el valor del capital inicial aportado por los tres socios para que si algo saliera mal, tuvieran con qué pagar el préstamo. Esa, es una regla de oro. No te endeudes más de lo que puedas pagar.

Y cual persona de palabra, el emprendedor pagó a su padre hasta el último centavo de dicho préstamo con todo y los intereses generados. Sumando así, puntos de credibilidad delante de su comunidad como un emprendedor responsable, con un proyecto sólido y que cumplió con su palabra.

¿Todo parece ir muy bien verdad? Jajaja más adelante averiguarás que pasó cuando la mayoría de los clientes empezó a dejar de pagar, infortunadamente después de que el emprendedor había aceptado una inversión privada que superaba por mucho el capital inicial de los 3 socios fundadores juntos; y eso será en las próximas semanas. Por ahora, espero que este relato haya aportado algo positivo en tu día. Toma lo que consideres bueno y lo que no, déjalo pasar. Gracias por tu tiempo.

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Puedes leer la tercera parte de este relato en el siguiente enlace: Tropiezos de un Emprendedor [Parte 3]

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